la otra noche protagonice mi version del planeta de los simios. y fue algo así.
estábamos en un circo, un circo donde solamente actuaban simio, la carpa era roja y las luces del interior hacían parecer que estábamos en medio de un incendio.
la función terminó y salimos de la carpa, y lo que se suponía sería una rápida caminata a nuestros hogares se convirtió en una especie de éxodo. llevábamos días caminando, escoltados por los simios del circo que montaban grandes elefantes con finos ropajes. no había nada que pudiéramos hacer, sólo seguíamos el camino, llegamos a una zona boscosa, me escapé. corrí, corrí, corrí y seguí corriendo, hasta que llegué a un llano.
un gran charco se extendía en toda esa zona y en centro crecía un árbol, era delgado, muy delgado, apenas unos centímetros de diámetro, pero era tan alto que tocaba las nubes. eran seis los que estaban al rededor del árbol, todos ellos conocidos, menos uno, les conté lo que había pasado, el circo, los simios, los elefantes, el camino, la huida. pero ellos no me hicieron caso. el que no me conocía me pregunto mi nombre, se lo dije y reviso una hoja amarillenta que se saco de la bolsa, era una lista de las personas que ya habían apresado, volteo a verme y volvió a preguntar por mi nombre, conteste de nuevo, pero él dijo; no, a ella ya la tenemos, dime tu verdadero nombre. ellos estaban con los simios, eran sus aliados, así que corrí y golpee en el rostro, salió volando y rodó por el charco.
desperté, me costó un poco de trabajo mover el brazo, me dolía.
¿Que cenaste?
ResponderEliminarWow... que sueño tan fumado!
Desde hace mucho no tengo un sueño así de divertido... los extraño
Besos, M!